"La vida es demasiado corta, para hacerla pequeña"
Cuenta una leyenda persa, que el poeta Sadí, cuando en su juventud era esclavo, dio a su amo una hermosa rosa, acompañada de un sencillo poema:
“Haz bien a tu siervo mientras puedas hacerlo, pues el tiempo para poder hacerlo es tan transitorio como la belleza de esta flor".
Parece ser que esta hermosa verdad tocó el corazón del amo de tal manera, que le dio la libertad al que más tarde llegó a ser clásico de las letras persas
Hagamos el bien a quienes nos rodean, pues
“el tiempo para hacerlo es tan transitorio como la belleza de una flor”.
“””””Si ama a sus hijos, acarícielos hoy, mañana se habrán ido. Si ha de ayudar a un amigo, hágalo hoy, quizá mañana ya no lo necesite, ni usted pueda oírlo.”””””
Benjamín Disraeli
Sólo entendemos el "milagro de la vida" cuando dejamos que suceda lo inesperado.
Todos los días Dios nos da, junto con el sol,
un momento en el que es posible cambiar todo lo que nos hizo "infelices".
Todos los días tratamos de fingir que no percibimos ese momento,
que ese momento no existe, que hoy es igual que ayer y será igual que mañana.
Pero quién presta atención a su día, descubre el "instante mágico",
Ese momento existe:
Un momento en el que toda la fuerza de las estrellas pasa a través de nosotros y nos permite hacer milagros.
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La "felicidad" es a veces una bendición,
pero por lo general es una "conquista".
El instante mágico del día nos ayuda a cambiar,
nos hace ir en busca de nuestros sueños.
Vamos a sufrir, vamos a tener momentos difíciles,
vamos a afrontar muchas desilusiones. . . pero todo es pasajero, y no deja marcas.
Y en el futuro podemos mirar hacia atrás con orgullo y fe.
Pobre del que tiene miedo a correr riesgos.
Porque ese quizás no se decepcione nunca,
ni tenga desilusiones, no sufra como los que persiguen un sueño.
Pero al mirar hacia atrás
- porque siempre miramos hacia atrás-
oirá que el corazón le dice:
¿Qué hiciste con los milagros que Dios sembró en tus días?
Los enterraste en el fondo de una cueva porque tenías miedo a perderlos,
entonces es tu herencia:
La certeza de que has desperdiciado tu vida.
Paulo Coelho
QUE NUNCA NOS TENGAMOS QUE RECLAMAR A NOSOTROS MISMOS,
EL NO HABER SIDO FELICES POR TEMOR A SUFRIR...
NO ESCONDAMOS NUESTROS DONES,
NO TIENEN SENTIDO
SI NO LOS DAMOS A LOS DEMÁS...
NO TEMAMOS AL DOLOR NI A LA DESILUSIÓN...
ELLOS NOS DICEN QUE HEMOS SIDO FELICES,
QUE HEMOS HECHO UNA CONQUISTA
QUE HEMOS AMADO Y HEMOS VIVIDO EL MILAGRO DE LA VIDA...:
¡MUCHOS DÍAS DE ILUSIONES Y ESPERANZAS LLENAS DE SOL,
LUZ Y MOMENTOS DE FELICIDAD!
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Deshaciendo los malos recuerdos”
Tal vez podamos definir a los malos recuerdos como heridas en el alma por no aceptar lo que nos tocó vivir en su momento.
Algunas vivencias son muy intensas por tener características bien marcadas (robos, violencia, asesinatos, violaciones, etc.), y otras son más suaves (equivocaciones, reprimendas, negaciones, desvalorizaciones, desamor, etc.)
Mientras continuamos recordando los acontecimientos pasados, nos quedaremos anclados en el tiempo, sufriendo, reviviendo y repitiendo actos que nos impiden vivir y disfrutar del presente.
El cerebro funciona en circuitos neuronales muy complejos y actúa sobre pequeñas regiones, pero en red.
Los recuerdos traumáticos se aíslan en el cerebro como resultado de las oleadas de neuroquímicos producidos en momentos de gran stress y pueden almacenarse, sin asimilar durante años.
Hay varios métodos para trabajar con los malos recuerdos, dejando de asociarse con las emociones angustiantes. Uno de estos caminos puede ser la Neurolingüística que muestra en forma práctica el funcionamiento de la mente y cómo nuestras creencias interactúan con nuestra fisiología y conducta.
Nuestro sistema de creencias influye en nuestra voluntad de vivir, en nuestra habilidad para tratar el stress y para establecer patrones de vida saludables.
Para deshacer los recuerdos de las situaciones traumáticas la Neurolingüística trabaja sobre varios puntos a la vez: la imagen traumática, la emoción que despierta, el sistema de creencias que ambas cosas generan y la localización en alguna parte del cuerpo.
No es una técnica mágica (aunque parezca, por su eficacia y rapidez), pero ha dado muy buenos resultados en toda situación postraumática.
La meta principal está puesta en volver a construir un sistema de creencias que facilite y desarrolle una actitud creativa.
Lic. Nilza Duarte
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